Durante las dos últimas semanas, he tenido la oportunidad y el placer, de impartir cuatro talleres de la Lenguaje de Signos Británico a varios alumnos y alumnas del Instituto Gregorio Prieto. Este tema es algo muy cercano a mi corazón, porque tanto mi padre como mi madre son sordos, y por lo tanto, la Lengua de Signos Británica (o BSL en inglés) es nuestro vehículo de comunicación.
He visto a lo largo de mi vida que la calidad de comunicación y tolerancia entre la gente con audición normal y la comunidad sorda todavía tiene un largo camino que recorrer. Con esta experiencia y puesto que me encontraba en la posición excepcional de poderlo trabajar con el alumnado en inglés, diseñé estos talleres pues pensaba que podrían ser la manera perfecta de terminar mi estancia como la Asesora Lingüística del IES y transmitirles algo tan enriquecedor como BSL.
Entonces, ¿Qué hemos realizado? Empezamos el primer taller con una discusión sobre nuestra experiencia con la comunidad sorda, pero fue una discusión muy corta dado que muy pocos de los asistentes habían tenido una experiencia cercana con alguien con algún problema auditivo. Para cambiar esto, aprendimos sobre la enriquecedora y poco conocida historia de la Lengua de Signos Británica. Después…¡Llegó la hora de hablar con signos! Les enseñe el alfabeto, lo fuimos practicando letra a letra de manera individual y grupal y para terminar, cada estudiante que le apetecía se presentaba a sus compañeros y profesores con los signos recién aprendidos indicando “Hola, me llamo …”.
Es verdad que las videollamadas han sido el lugar perfecto para comunicarnos por signos, ¡Siempre que los alumnos y alumnas activaran las cámaras claro! Ha sido fabuloso.
En el segundo taller, repasamos todo lo que habíamos aprendido en el primer taller y me sorprendió cuando todo el alumnado y el profesorado recordaban cómo presentarse. ¡Creo que habían practicado en secreto! Seguimos con la importancia de la Lengua de Signos Británica, de hecho, la importancia de cualquier Lenguaje de Signos y también recalcamos el valor de la tolerancia hacia la gente discapacitada. Hablamos de los Juegos Paralímpicos y les recomendé a los asistentes a este taller el verlos este verano pues son una combinación de increíble talento y accesibilidad con la que sueña nuestra sociedad. Después, aprendimos los colores del arco iris y hablamos de nuestros colores favoritos (Para mí…¡ mi color favorito es azul!).
He vivido unos momentos muy especiales durante este año al poder ver el progreso lingüístico de todos los alumnos y alumnas del IES, y así, poder hablar con ellos no sólo en inglés, sino también en la Lengua de Signos Británica. Es algo que llevaré conmigo siempre. Mi corazón está muy lleno de orgullo y sobre todo, de gratitud.
Laura Arnaud